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Ingeniería

¿Es posible mejorar el aislamiento de una vivienda existente?

es posible mejorar el aislamiento de una vivienda existente

En el contexto actual de eficiencia energética y sostenibilidad, la preocupación por el confort en el hogar y la reducción del consumo energético es cada vez mayor. Muchos propietarios de viviendas antiguas o con un aislamiento deficiente se preguntan si es posible mejorar estas condiciones sin incurrir en reformas monumentales. La respuesta es un rotundo . Mejorar el aislamiento de una vivienda existente no solo es posible, sino que es una de las inversiones más inteligentes que se pueden hacer, impactando directamente en el ahorro energético, el confort térmico y acústico, y la revalorización del inmueble.

Entendiendo el aislamiento: ¿Por qué es tan importante?

El aislamiento térmico es crucial para mantener una temperatura estable en el interior de la vivienda, evitando que el calor se escape en invierno y que entre excesivamente en verano. Un buen aislamiento reduce la necesidad de usar sistemas de calefacción o aire acondicionado, lo que se traduce en un menor gasto en las facturas de energía y una huella de carbono más pequeña. Además del beneficio térmico, un adecuado aislamiento también contribuye al aislamiento acústico, creando un ambiente más tranquilo y apacible en el hogar.

Soluciones de bajo impacto y sin obras: Mejora accesible para todos

No siempre es necesario embarcarse en grandes reformas para notar una diferencia significativa. Existen múltiples soluciones que se pueden aplicar con una inversión menor y sin la necesidad de obras complejas.

1. Aislamiento por inyección en cámaras de aire

Una de las técnicas más populares y menos invasivas es el aislamiento por inyección. Muchas viviendas construidas hace décadas cuentan con cámaras de aire en sus paredes exteriores. Esta técnica consiste en rellenar estas cámaras con materiales aislantes mediante pequeñas perforaciones en la fachada o desde el interior. Materiales como la lana de roca, la celulosa o las perlitas de poliestireno son excelentes opciones que mejoran sustancialmente la resistencia térmica de las paredes sin modificar su aspecto exterior ni reducir el espacio interior. El proceso es rápido, limpio y muy efectivo.

aislamientos insuflados

2. Paneles aislantes interiores

Otra opción eficaz sin obras mayores es la instalación de paneles aislantes en el interior de las paredes. Estos paneles, fabricados con materiales como el poliestireno expandido (EPS), la lana mineral o el corcho natural, se fijan directamente sobre la superficie de la pared. Aunque reducen ligeramente el espacio habitable, ofrecen una barrera térmica considerable y pueden ser cubiertos con acabados decorativos, como yeso o pintura.

3. Medidas de bajo costo para puntos críticos

Pequeños gestos pueden generar grandes cambios.

  • Ventanas y puertas: Son puntos clave por donde se escapa una gran cantidad de energía. Instalar burletes o masilla selladora en los marcos de ventanas y puertas es una solución económica para eliminar corrientes de aire. El uso de cortinas térmicas gruesas, persianas y toldos también contribuye a aislar térmicamente el interior.

  • Suelos: Para evitar la pérdida de calor a través del suelo, especialmente en plantas bajas o sobre garajes, el uso de alfombras gruesas es una solución sencilla y efectiva que añade una capa de aislamiento adicional y mejora el confort.

  • Radiadores: Colocar paneles reflectantes detrás de los radiadores ayuda a que el calor se dirija hacia la habitación en lugar de perderse a través de la pared, optimizando el rendimiento de la calefacción.

Soluciones con obras: Para una mejora integral y duradera

Cuando se busca una mejora más profunda y a largo plazo, las soluciones con obra ofrecen los resultados más significativos en términos de eficiencia energética.

1. Aislamiento exterior (SATE)

El Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) es una de las soluciones más eficientes. Consiste en aplicar un revestimiento aislante directamente sobre la fachada del edificio. Esta técnica no solo mejora drásticamente el aislamiento térmico y acústico, sino que también protege la estructura del edificio, embellece la fachada y, crucialmente, no resta espacio útil en el interior. Es ideal para rehabilitaciones integrales de fachadas.

2. Rehabilitación de paredes y techos

En reformas interiores más profundas, se puede optar por revestir las paredes con paneles de yeso laminado que incorporen aislamiento integrado. De manera similar, la instalación de un falso techo permite añadir capas adicionales de material aislante, como lana mineral o poliestireno, mejorando el aislamiento del forjado superior.

3. Ventanas de alta eficiencia

Cambiar las ventanas antiguas por modelos de alta eficiencia energética es una de las inversiones más rentables. Las ventanas de doble o triple acristalamiento con cámaras de aire o gas argón y perfiles con rotura de puente térmico (PVC o aluminio de calidad) son esenciales para minimizar las pérdidas de calor y reducir el ruido exterior.

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